Animales mitológicos griegos (IX)

Lico
(de este nombre encontraremos por unas u otras circunstancias muchas formas de seres vivios)

- Lico era uno de los telquines, los nueve monstruos marinos, hijos de Ponto y Talasa, que tenían cabeza de perro y cola de serpiente o de pez. Como sus hermanos, Lico era un excelente metalúrgico, pero sus brujerías y el hecho de que modificaran los fenómenos atmosféricos incurrieron en la ira de los dioses. Zeus quiso exterminar a los telquines inundando la isla de Rodas, donde vivían, pero Lico, avisado por Artemisa o bien previendo la inundación, huyó por mar hacia la región de Licia (Asia Menor), a la que dio nombre. Pero su huida no amilanó a los dioses, pues Apolo se convirtió en lobo y despedazó a Lico y a sus acompañantes a pesar de que le habían construido, para aplacarle, el templo de "Apolo Licio", a orillas de río Janto. Lico participó, junto a algunos de sus hermanos, en la expedición que hizo el Dios Dionisio a la India
- Lico también fue uno de los Centauros que luchó contra los lapitas en la bode de Pirítoo y fue muerto por este.

- Lico era un compañero de Diomedes que fue convertido por castigo en ave por los dioses.

- Lico era un Sátiro hijo de Hermes e Iftime. Junto con Ferespondo y Pronomo eran los tres mensajeros del dios Dionisio, al que acompañó en su marcha contra la India.

Manticora

mantícora es una criatura mitológica, era un tipo de "Quimera" con cabeza de león (frecuentemente con cuernos), el cuerpo rojo (en ocasiones de un león), y la cola de un dragón o escorpión, capaz de disparar espinas venenosas para incapacitar o matar a sus presas. Dependiendo del relato mitológico, su tamaño varía desde el de un león hasta el de un caballo, y su descripción puede incluir o no la presencia de alas y coraza.



Marsias

Marsias era un sátiro que desafió a Apolo en un concurso musical. Se creía que había nacido en Celea (Frigia), en la fuente principal del río Meandro. Marsias era un experto tocando el aulos, una especie de flauta doble. Había hallado el instrumento en el suelo, donde lo dejó su inventora Atenea, después de que los demás dioses se burlaran de cómo hinchaba las mejillas al tocarlo.
Apolo y Marsias se enfrentaron en un concurso musical en el que el ganador podría tratar al perdedor como quisiera. Los jueces fueron las Musas, por lo que naturalmente Marsias perdió y fue desollado vivo en una cueva cerca de Celea por su orgullo al desafiar a un dios. Apolo clavó entonces la piel de Marsias en un árbol, cerca del lago Aulocrene, y su sangre formó el rio Marsias (afluente del Meandro, que desemboca en éste cerca de Celea).



Medusa

Medusa era un monstruo ctónico femenino, que convertía en piedra a aquellos que la miraban fijamente a los ojos.
Su belleza fue tan grande que llegó a deslumbrar a Poseidón, que al verse enamorado de Medusa decidió seducirla (para algunos más bien fue una violación), en el templo de Atenea. Esto provocó una rivalidad entre Atenea y Poseidón, ya rivales de por sí. La ira de Atenea fue tan grande al haberse enterado de lo que ocurrió en su templo, que su reacción inmediata fue la de castigar a Medusa; que pasó a ser igual a sus dos hermanas, Esteno y Euríale. Ambas eran simples monstruos desalmados, con manos metálicas y colmillos afilados, y unos ojos que emitían una luz tal, que quien los miraba directamente, quedaba petrificado.
Solo Perseo fue en busca de Medusa para matarla. Encontró su guarida y, gracias a las sandalias aladas de Hermes, se elevó en el aire y le cortó la cabeza mientras dormía. Para no mirar a los ojos de Medusa, se dice que utilizo un escudo pulido como espejo
Del cuello de Medusa nacieron entonces los hijos de Poseidón: Pegaso y Crisaor
Atenea puso la cabeza de Medusa en su escudo para convertir en piedra a los enemigos que lo miraran.
Perseo guardó la sangre: la de la vena izquierda era un terrible veneno mortal y la de la derecha un remedio que podía hasta resucitar a los muertos