miércoles, 10 de febrero de 2016

Asesinos en Serie (Paul John Knowles [I])

Paul John Knowles conocido como "El Asesino Casanova", nació un 17 de abril de 1946 en Orlando (Florida [USA). Proveniente de un hogar humilde en el que convivía con su padre carpintero, su madre, sus dos hermanos mayores y dos hermanas mayores, Paul manifestó una tendencia al crimen desde muy temprana edad, ya que con solo ocho años fue recluido en un reformatorio por un delito menor; y su padre, que no deseaba encargarse de un hijo tan problemático, no dudó en dejar que Paul pasara el tiempo en orfanatos y reformatorios, pues tras el crimen de los ocho años, vinieron robos y otros delitos más, por lo que Paul pasó sus años de adolescencia en instituciones, teniendo unos cuantos periodos de libertad en los que conseguía empleos como soldador.
A los 19 años, por motivo de una infracción de tránsito, Paul fue encarcelado por primera vez (antes solo estuvo en reformatorios), ingresando a la Prisión de Raiford, actualmente conocida como la Prisión Estatal de Florida.
Ya libre, en 1970 Paul conoció a una mujer con la que mantuvo correspondencia, e intentó conseguir un trabajo para casarse con ella y mantener a los tres hijos que la chica tenía, pero no pudo debido a que, por sus antecedentes penales, no le ofrecían ningún empleo aceptable. Esto hizo que Paul se sintiese frustrado y enojado, a causa de lo cual terminó rompiendo su relación y delinquiendo, por lo que otra vez fue a parar a la prisión. Sin embargo, en la cárcel conoció a Ángela Covic durante el año 1972. Todo fue gracias a una revista llamada Astrología, de modo que la relación fue de pura correspondencia (cartas) en sus inicios, aunque en mayo de 1974 Paul fue liberado porque Ángela le pagó la fianza. Entonces por fin se reunieron en persona, luego de que Paul volara hasta California, donde estaba Ángela y ambos podrían casarse, pues anteriormente Paul le propuso matrimonio a Ángela y ésta aceptó. No obstante, Ángela Covic consultó después a un psíquico, y éste le advirtió sobre la llegada de "un nuevo hombre peligroso en su vida". Ella, que era supersticiosa y no se dejaba cegar por el amor, razonó que, si realmente iba a llegar un hombre peligroso, ese hombre era Paul, y lo mejor era evitar que el peligro se concretase. Quizá ella no hubiese llegado a esa conclusión si no fuese porque Paul no mostraba interés en tomar el trabajo que ella le había conseguido. Y es que el trabajo era bastante bueno, pero Paul actuaba como un haragán con aspiraciones parasitarias, cosa frecuente en sujetos inadaptados y peligrosos, tales como drogadictos, ladrones, alcohólicos, y asesinos… Debido a eso, pasados cuatro días Ángela le hizo las maletas a Paul, le compró un boleto de avión, y le pidió que se regrese a Florida; pero, en Florida, Paul le enviaba cartas de vez en cuando y la llamaba, aunque Ángela decidía ignorarlo

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