Paul John Knowles conocido como "El Asesino Casanova", nació un 17 de abril de 1946 en
Orlando (Florida [USA). Proveniente de un hogar humilde en el que convivía con
su padre carpintero, su madre, sus dos hermanos mayores y dos hermanas
mayores, Paul manifestó una tendencia al crimen desde muy temprana edad,
ya que con solo ocho años fue recluido en un reformatorio por un delito
menor; y su padre, que no deseaba encargarse de un hijo tan
problemático, no dudó en dejar que Paul pasara el tiempo en orfanatos y
reformatorios, pues tras el crimen de los ocho años, vinieron robos y
otros delitos más, por lo que Paul pasó sus años de adolescencia en
instituciones, teniendo unos cuantos periodos de libertad en los que
conseguía empleos como soldador.
A los 19 años, por motivo de una
infracción de tránsito, Paul fue encarcelado por primera vez (antes solo
estuvo en reformatorios), ingresando a la Prisión de Raiford,
actualmente conocida como la Prisión Estatal de Florida.
Ya libre, en 1970 Paul conoció a una
mujer con la que mantuvo correspondencia, e intentó conseguir un trabajo
para casarse con ella y mantener a los tres hijos que la chica tenía,
pero no pudo debido a que, por sus antecedentes penales, no le ofrecían
ningún empleo aceptable. Esto hizo que Paul se sintiese frustrado y
enojado, a causa de lo cual terminó rompiendo su relación y
delinquiendo, por lo que otra vez fue a parar a la prisión. Sin embargo,
en la cárcel conoció a Ángela Covic durante el año 1972. Todo fue
gracias a una revista llamada Astrología, de modo que la relación fue de
pura correspondencia (cartas) en sus inicios, aunque en mayo de 1974
Paul fue liberado porque Ángela le pagó la fianza. Entonces por fin se
reunieron en persona, luego de que Paul volara hasta California, donde
estaba Ángela y ambos podrían casarse, pues anteriormente Paul le
propuso matrimonio a Ángela y ésta aceptó. No obstante, Ángela Covic
consultó después a un psíquico, y éste le advirtió sobre la llegada de "un nuevo hombre peligroso en su vida". Ella, que era supersticiosa y no
se dejaba cegar por el amor, razonó que, si realmente iba a llegar un
hombre peligroso, ese hombre era Paul, y lo mejor era evitar que el
peligro se concretase. Quizá ella no hubiese llegado a esa conclusión si
no fuese porque Paul no mostraba interés en tomar el trabajo que ella
le había conseguido. Y es que el trabajo era bastante bueno, pero Paul
actuaba como un haragán con aspiraciones parasitarias, cosa frecuente en
sujetos inadaptados y peligrosos, tales como drogadictos, ladrones,
alcohólicos, y asesinos… Debido a eso, pasados cuatro días Ángela le
hizo las maletas a Paul, le compró un boleto de avión, y le pidió que se
regrese a Florida; pero, en Florida, Paul le enviaba cartas de vez en
cuando y la llamaba, aunque Ángela decidía ignorarlo
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