Una confrontación que, finalmente, se convierte en total rechazo de este último ("La gran batida", 1968). Otras novelas destacables son "Desenlace a Montlleó" (1963), "La heredera de Doña Obdulia" (1964), "Los hurones" (1967), "Falsas memorias" (1967), "La Virreyna" (1969), "El misántropo" (1972), "Andrea Victrix" ( 1974) y "Un verano en Mallorca" (1975). Villalonga compuso y estrenó varias piezas teatrales como "Aquiles o el imposible" (1964) y los "Desbarats" (1965), narraciones mitad costumbristas mitad caricaturescas.
Su tarea como escritor en catalán estuvo precedida por el protagonismo en el anticatalanismo en Mallorca, sobre todo contra la Asociación por la Cultura de Mallorca y sus objetivos en torno a la normalización lingüística y la cuestión nacional. Así, polemizó primero con Joan Pons y Marqués sobre la normativización lingüística y participó, desde 1936, año en que ingresó en la Falange, en la destrucción de todas las asociaciones culturales catalanas tras la victoria de los sublevados contra la República en Mallorca, y fue protagonista, con su hermano Miguel, de la campaña contra los firmantes de la "Respuesta a los catalanes", con una retórica de carácter fascista, en el momento álgido de fusilamientos y encarcelamientos de civiles durante la Guerra Civil Española. En la posguerra cambió de actitud y llegó a un cierto acercamiento al movimiento de resistencia cultural y los círculos de la literatura catalana.
Su tarea como escritor en catalán estuvo precedida por el protagonismo en el anticatalanismo en Mallorca, sobre todo contra la Asociación por la Cultura de Mallorca y sus objetivos en torno a la normalización lingüística y la cuestión nacional. Así, polemizó primero con Joan Pons y Marqués sobre la normativización lingüística y participó, desde 1936, año en que ingresó en la Falange, en la destrucción de todas las asociaciones culturales catalanas tras la victoria de los sublevados contra la República en Mallorca, y fue protagonista, con su hermano Miguel, de la campaña contra los firmantes de la "Respuesta a los catalanes", con una retórica de carácter fascista, en el momento álgido de fusilamientos y encarcelamientos de civiles durante la Guerra Civil Española. En la posguerra cambió de actitud y llegó a un cierto acercamiento al movimiento de resistencia cultural y los círculos de la literatura catalana.
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