Tras dejar sus estudios, recién
comenzados, en Ingeniería de Caminos, disciplina que había estudiado
porque quería entrar al Ejército, en 1967 Herb ingresó en un instituto
sobre Religiones Orientales en San José, y permaneció allí por tres
meses, tiempo en el que consumió LSD regularmente y empezó con su
extraño comportamiento y sus trastornos mentales. No obstante el consumo
de drogas ya había empezado antes (en 1966) gracias a Jim Gianera, un
ex amigo de Dean que, tras conocer a Herbert en la playa, le introdujo
al movimiento hippie y a las drogas. Este abuso le empezó a crear ideas
descabelladas como que iba a haber un terremoto en California y que él
tenía que mudarse a Canadá para evitarlo, u otras locuras más que
asustaron a su novia (la misma que tenía desde secundaria) y, junto a la
declaración que él le hizo de que quizá era gay, acabaron con su
relación.
Posteriormente, tras un preocupante
episodio en el cual Herbert visitó a su hermana (a la cual tiempo
después le pediría tener relaciones sexuales) e imitó todos los
movimientos y lo que decía su cuñado por cuatro horas seguidas, como si
se tratara de un niño tratando de molestar. Él mismo se preocupó de su
locura y en 1969 permitió que su familia lo interne en una institución
mental.
Durante los siguientes años, Herbert
entraría y saldría de varias instituciones mentales tras pasar poco
tiempo en estas. De acuerdo con los reportes, Herbert solía apagar
cigarrillos en su propia piel. Llama la atención la crisis de identidad
que desde su juventud acompañó a Herbert: quiso ser militar, luego se
involucró con el movimiento hippie y veneró el pacifismo, la meditación y
la naturaleza; después dejó la heterodoxa y rebelde contracultura
hippie y se unió a un grupo de lectura bíblica llegando incluso a querer
convertirse en sacerdote católico.
Al parecer nunca se encontró del todo a
sí mismo; pero, pese a eso, ha habido ciertas constantes que le
acompañaron a través de sus transformaciones. Así encontramos la
creencia en la reencarnación, la práctica de la meditación, la creencia
de origen bíblico en los sacrificios de seres vivos (como se ve en
Levítico y otros libros del Pentateuco) para proteger a la colectividad
de grandes desastres naturales, creencia que él, como producto de sus
delirios esquizofrénicos y megalómanos, distorsionó llegando a pensar en
sacrificios humanos que servían para evitar desastres.
Es pues en el marco de esos trastornos de identidad que, en conjunción
con la esquizofrenia paranoide que le diagnosticaron los psiquiatras y
el prestigioso Robert K. Ressler (un perfilador del FBI), Herbert llegó a
pensar que tenía una posición especial en el sistema de reencarnaciones
(ya que Einstein murió en su cumpleaños) y que, debido a haber nacido
en el día del aniversario del terremoto de San Francisco acaecido en
1906 (él interpretaba eso como una señal), su misión era la de prevenir
un gran terremoto en California a través de sacrificios humanos que,
según decía, estaban dados por el consentimiento de sus víctimas pues
estas se le ofrecían telepáticamente para ser tributos. Mullin creía que
la guerra en Vietnam había producido suficientes muertes de americanos
para aplazar el terremoto, como una especie de sangriento sacrificio
para la Naturaleza, pero cuando la guerra comenzaba a terminar a finales
de 1972, él tendría que comenzar a matar personas para mantener el
terremoto bajo control.
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