miércoles, 14 de septiembre de 2016

Literatura Catalana (Víctor Balaguer [III])

Esta debilidad impresionista, cimentada en su actitud romántica, aparece con más nitidez en sus Obras históricas y críticas. "Los frailes y sus conventos" (1851), puede aún suministrar noticias sobre las órdenes monásticas españolas. "La Historia de Catalunya" (1860-63) está muy bien documentada. Por último la "Historia política y literaria de los trovadores" (1878-79), escrita durante su destierro en Francia, da una visión romántica de la poesía provenzal.

En 1892, Balaguer volvió a tomar el tema desarrollado en las "Noves Tragedies", 1879 (es decir, las mencionadas Comte de Foix y Raig de Lluna), que, junto con "La jornada de Panissars", precedido todo de un prólogo, intitulado "Anima Mare", constituyeron la trilogía "Els Pirineus", si no la más lograda, sí la más ambiciosa de todas sus obras. Las consecuencias de la Cruzada Albigense, la voz de los trovadores, cantores de la libertad y el amor del mundo románico en el escenario de los Pirineos, constituyen el esquema del poema, al que no faltan escenas de verdadero dramatismo. Felipe Pedrell compuso la ópera de título análogo, cuyo prólogo se estrenó en Venecia en 1897 y, entera, en el Liceo de Barcelona en 1902.
La actividad política de Balaguer comienza en 1854 y representa los intereses de los industriales catalanes, como progresista. Como corresponsal de "El Telégrafo" asiste a las campañas de liberación de Italia (1859) y compone un poema sobre la libertad que están conquistando los italianos (Eridania). "Mis recuerdos de Italia", publicado probablemente en 1870, suman a estas experiencias las de su viaje oficial como diputado, en tal año, para ofrecer la corona a Amadeo de Saboya. Emigrado a Francia en 1866, es más tarde diputado en las Constituyentes de 1869 por Vilanova i la Geltrú, siendo gobernador y varias veces ministro, incluso con la Restauración, desempeñando las carteras de Ultramar y Fomento. Se preocupó de las Filipinas y de sus problemas etnográficos y su progreso técnico, dejando en todos los cargos públicos que ocupó fama de administrador intachable. Como poeta de Jocs Florals, puede decirse que Balaguer cantó copiosamente a la Patria, proclamándose a sí mismo "regionalista de patria, no de secta", al amor siguiendo la fogosidad, agrandada por su visión romántica, de los trovadores y a la religión, donde quizá alcanzó la voz más pura y sincera. Desplegó, muy al estilo de su tiempo, la pródiga actividad del "hombre de letras".

En 1863 propone la nueva topominia de las calles del Ensanche de Barcelona. En 1884 funda la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, donándola a la ciudad de Vilanova i la Geltrú. Desde el año de su fundación hay un importante depósito de obras del Museo del Prado, que se renueva periódicamente. Fue miembro de número de las Reales Academias Española y de la Historia.

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