miércoles, 14 de septiembre de 2016

Historia de Catalunya (El Feudalisme en Catalunya [VIII])

Los actos de "usatges" y juramento de fidelidad que seguían las "convinences" o investiduras de feudo, comportaron un ceremonial feudal de dimensión pública. Estos juramentos podían ser una simple declaración de lealtad, pero más a menudo respondían a un intercambio de derechos y obligaciones de las dos partes. En este sentido podríamos pensar que la fidelidad estaba en cierto modo subordinada a la concesión del feudo, con el resultado que un vasallo podía estar obligado por fidelidad a varios señores. En la segunda mitad del siglo XI se impuso la "solidantia", que buscaba regular estas fidelidades y que consistió en hacer homenaje sólido, es decir, a un solo señor, el cual obtenía un derecho exclusivo sobre el vasallo. El feudo, pieza por excelencia del contrato vasallático, era una tenencia militar, es decir, una tierra con sus rentas que un señor tenía por otro a cambio de algo, generalmente un servicio militar, o colaboraciones en las tareas de gobierno y de administración de justicia. La particularidad del feudo era que las partes contratantes pertenecían al mismo estamento, noble o eclesiástico.
El resultado de los cambios del año 1000 fue la emergencia de una nueva sociedad catalana dividida en dos sectores: los maiores o nobiles, los que tenían el poder de mandar, y los aminoras o inferiores, es decir, los gobernados.
Inicialmente la distancia entre los dos grupos era relativa; pero el crecimiento económico que siguió a esta primera etapa fue marcando las diferencias, y las violencias y el afán de acaparamiento de los maiores eliminaron, en buena medida, las libertados labradoras.

La nobleza del año 1000, según los "Usatges", estaba internamente muy jerarquizada:

- Los linajes condales y vescondales se mantuvieron en lo alto de la estructura social y ganaron riqueza y poder, pero se fueron supeditando a la superior autoridad del conde de Barcelona.
- Seguían los barones (comdors), antiguos magnates descendientes de la vieja aristocracia, que eran los señores de los castillos, feudatarios y miembros del cortejo de los condes de Barcelona.
- La pequeña nobleza era una categoría intermedia entre la alta aristocracia y el campesinado, surgida a partir de la revolución feudal y que actuaba como delegada del señor en la aplicación del poder jurisdiccional. Estaba integrada por miembros desclasados de las ramas laterales de los grandes linajes y por individuos procedentes de las capas más bienestantes de los servidores de los castillos, milites castre. Este grupo se encargaba de comandar la tropa del castillo.
- Detrás de ellos iban los militas (caballeros), que eran los representantes más numerosos de esta nueva nobleza. Formaban las guarniciones de los castillos, en número no superior a los 10 hombres. Muchos, quizás la mayoría, procedían del estrato superior del campesinado. La riqueza principal de estos caballeros era el equipamiento militar, es decir, la posesión de un caballo y armas. De hecho, estos recién llegados a las filas nobiliarias, desclasados de su grupo de origen, se encontraron siempre en posición subalterna respecto del grupo superior de los barones, que eran nobles por linaje.

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