jueves, 18 de agosto de 2016

Las amazonas [III]

Se decía que las amazonas habían vivido en Terma (en la actual Región del Mar Negro de Turquía), cerca de la costa del mar Negro (Ponto Euxino), donde formaron un reino independiente bajo el gobierno de la reina Hipólita (la que deja sueltos sus caballos).5 Se suponía que habían fundado muchas ciudades, entre ellas Esmirna, Éfeso, Sinope y Pafos.

Según el dramaturgo Esquilo, en un pasado lejano habían vivido en Escitia, en el Palus Maeotis ("Laguna Meótide", el mar de Azov), pero luego se trasladaron a Temiscira, al Termodonte (el río Terme, al norte de Turquía). Heródoto las llamó Andróctonas ("asesinas de varones") y afirmaba que en lengua escita eran llamadas Oiorpata, que habría tenido este significado. Mientras que, en la Ilíada, se nombra a las amazonas como Antianiras (las que luchan como varones).

En algunas versiones del mito, ningún varón tenía permiso para mantener relaciones sexuales o residir en el país de las amazonas; sin embargo, una vez al año, para evitar la extinción de su raza, éstas visitaban a los gargarios, una tribu vecina. Los niños varones que resultaban de estas visitas eran sacrificados, enviados de vuelta con sus padres o abandonados a su suerte; los que se quedaban con ellas les amputaban un miembro o los dejaban ciegos para que fueran sus sirvientes. Las amazonas conservaban a las niñas, quienes eran criadas por sus madres y adiestradas en las labores del campo, la caza y el arte de la guerra.

Los máximos héroes de la mitología griega, Hércules, Belerofonte y Aquiles tuvieron, en algún punto de sus aventuras, que enfrentarse con las amazonas e invariablemente las vencieron.
Uno de los trabajos impuestos a Heracles por Euristeo fue conseguir el cinturón de la reina amazona Hipólita. Para dicha tarea, le acompañó su amigo Teseo, quien raptó a la princesa Antíope, hermana de Hipólita, un incidente que llevó a la invasión del Ática en represalia, donde Antíope pereció luchando junto a Teseo. En algunas versiones, sin embargo, Teseo se casaba con Hipólita y en otras lo hacía con Antíope, quien no moría. La batalla entre los atenienses y las amazonas se conmemora con frecuencia en un género artístico completo, la amazonomaquia, en bajorrelieves de mármol como el del Partenón o las esculturas como las del mausoleo de Halicarnaso.

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