El Complot de Prats de Molló, más conocido en la historiografía catalana como "els fets de Prat de Molló" (por el topónimo en catalán de localidad del Rosellón francés Prats-de-Mollo-la-Preste), fue un intento de invasión militar de Catalunya efectuado desde Francia para conseguir su independencia planeado por Francesc Macià y la dirección del partido Estat Català, descubierta y abortada en 1926. El plan consistía en la penetración de dos columnas (una desde Saint-Laurent-de-Cerdans; la otra, desde el Coll d'Ares), que tenían que ocupar Olot y proclamar la República Catalana.
El golpe de Estado de Primo de Rivera y la política anticatalanista que adoptó inmediatamente reafirmó la apuesta de Estat Català por la vía insurreccional. Francesc Macià, el líder de Estat Català que entonces tenía 64 años, lo expuso claramente el 7 de octubre de 1923 poco antes de huir a la Catalunya francesa cuando explicó que el principal objetivo de su partido era formar una gran coalición con las organizaciones obreras y los partidos republicanos catalanes, y con los nacionalistas radicales vascos y gallegos, para llevar a cabo un movimiento subversivo que acabara con la Dictadura. Con ese objetivo se formaron los primeros "escamots", se fundó en París, a donde Macià fue obligado a trasladarse desde Perpiñan por orden de la policía francesa, tras unos incidentes durante la celebración de unos "Jocs Florals" en Toulouse, un Comité Separatista Català, que haría las funciones de cuartel general de la insurrección, y se comenzó a recaudar fondos para la compra de material de guerra. En el plano internacional Francesc Macià contactó con diversos movimientos de naciones sin estado europeos y con los nacionalistas filipinos para formar una Liga de Naciones Oprimidas, constituida en septiembre de 1924, que actuaría como centro de propaganda y como grupo de presión ante la Sociedad de Naciones. El plan inicial de Macià era organizar una incursión fronteriza que le permitiera ocupara el territorio suficiente para llamar la atención del mundo y exigir la solución del "caso catalán
En enero de 1925 Macià se reunió en París con representantes de la CNT y con los nacionalistas radicales vascos aberrianos (que entonces controlaban el PNV) para organizar un alzamiento simultáneo en Catalunya y en Euskadi, que sería apoyado con movilizaciones en otras regiones españolas que contarían con el apoyo de algunos militares. De aquella reunión surgió el llamado "Pacte de la Lliure Aliança" por el que se creaba un Comité General Revolucionario, o Comité de Acción, que sería el que dirigiría el levantamiento. Para financiar la operación se emitió un empréstito, llamado empréstito de Pau Claris, por valor de cerca de nueve millones de pesetas, y entre abril y agosto miembros de los escamots establecieron varios depósitos de armas en las cercanías de la frontera franco-española. Mientras tanto la policía francesa mantenía bajo estricta vigilancia a Francesc Macià, por encabezar la organización de un complot preparado contra el Gobierno español, según consta en un informe del Ministerio del Interior francés.
En junio grupos clandestinos de Estat Català y de Acció Catalana organizaron el llamado complot de "Garraf", un atentado fallido contra los reyes de España en las costas de Garraf, impulsado desde el exterior por Daniel Cardona, un dirigente de Estat Català cada vez más crítico con la estrategia de Macià y que en noviembre abandonaría el partido.
En octubre de 1925, tras incorporar a los comunistas al "Pacte de la Lliure Aliança", Macià viajó a Moscú, acompañado del secretario del PCE José Bullejos, para recabar el apoyo del gobierno soviético y de la Komintern. Allí le hizo de intérprete Andreu Nin, que trabajaba entonces para la Komitern, y consiguió entrevistarse con Bujarin y con Zinoviev quienes le prometieron ayuda económica y militar, pero ésta nunca llegó. Según relató Josep Carner-Ribalta, que también había acompañado a Macià a Moscú, "pocos días después de nuestra vuelta a París, supimos que Zinoviev y sus amigos habían caído en desgracia y habían sido desposeídos de todo poder por Stalin. Puede que por esta razón, el prometido representante de la III Internacional en París no llegara nunca, ni tampoco, claro está, los dineros prometidos". Según Eduardo González Calleja, eran 400.000 pesetas. Este historiador afirma, por otro lado, que cuando Macià volvió a París tanto la CNT como los nacionalistas vascos se mostraron reticentes ante el "pacto de Moscú". Finalmente Macià rompió con los comunistas en la primavera de 1926, porque "nos hemos dado cuenta de que era una gente que habiendo prometido su ayuda, faltaban a su palabra siempre, no aportando lo que prometían y que a lo que iban era a aprovecharse de nuestro nombre y de nuestras organizaciones para presentarse con nuestro prestigio y hacer sus campañas", según dejó escrito Macià
El golpe de Estado de Primo de Rivera y la política anticatalanista que adoptó inmediatamente reafirmó la apuesta de Estat Català por la vía insurreccional. Francesc Macià, el líder de Estat Català que entonces tenía 64 años, lo expuso claramente el 7 de octubre de 1923 poco antes de huir a la Catalunya francesa cuando explicó que el principal objetivo de su partido era formar una gran coalición con las organizaciones obreras y los partidos republicanos catalanes, y con los nacionalistas radicales vascos y gallegos, para llevar a cabo un movimiento subversivo que acabara con la Dictadura. Con ese objetivo se formaron los primeros "escamots", se fundó en París, a donde Macià fue obligado a trasladarse desde Perpiñan por orden de la policía francesa, tras unos incidentes durante la celebración de unos "Jocs Florals" en Toulouse, un Comité Separatista Català, que haría las funciones de cuartel general de la insurrección, y se comenzó a recaudar fondos para la compra de material de guerra. En el plano internacional Francesc Macià contactó con diversos movimientos de naciones sin estado europeos y con los nacionalistas filipinos para formar una Liga de Naciones Oprimidas, constituida en septiembre de 1924, que actuaría como centro de propaganda y como grupo de presión ante la Sociedad de Naciones. El plan inicial de Macià era organizar una incursión fronteriza que le permitiera ocupara el territorio suficiente para llamar la atención del mundo y exigir la solución del "caso catalán
En enero de 1925 Macià se reunió en París con representantes de la CNT y con los nacionalistas radicales vascos aberrianos (que entonces controlaban el PNV) para organizar un alzamiento simultáneo en Catalunya y en Euskadi, que sería apoyado con movilizaciones en otras regiones españolas que contarían con el apoyo de algunos militares. De aquella reunión surgió el llamado "Pacte de la Lliure Aliança" por el que se creaba un Comité General Revolucionario, o Comité de Acción, que sería el que dirigiría el levantamiento. Para financiar la operación se emitió un empréstito, llamado empréstito de Pau Claris, por valor de cerca de nueve millones de pesetas, y entre abril y agosto miembros de los escamots establecieron varios depósitos de armas en las cercanías de la frontera franco-española. Mientras tanto la policía francesa mantenía bajo estricta vigilancia a Francesc Macià, por encabezar la organización de un complot preparado contra el Gobierno español, según consta en un informe del Ministerio del Interior francés.
En junio grupos clandestinos de Estat Català y de Acció Catalana organizaron el llamado complot de "Garraf", un atentado fallido contra los reyes de España en las costas de Garraf, impulsado desde el exterior por Daniel Cardona, un dirigente de Estat Català cada vez más crítico con la estrategia de Macià y que en noviembre abandonaría el partido.
En octubre de 1925, tras incorporar a los comunistas al "Pacte de la Lliure Aliança", Macià viajó a Moscú, acompañado del secretario del PCE José Bullejos, para recabar el apoyo del gobierno soviético y de la Komintern. Allí le hizo de intérprete Andreu Nin, que trabajaba entonces para la Komitern, y consiguió entrevistarse con Bujarin y con Zinoviev quienes le prometieron ayuda económica y militar, pero ésta nunca llegó. Según relató Josep Carner-Ribalta, que también había acompañado a Macià a Moscú, "pocos días después de nuestra vuelta a París, supimos que Zinoviev y sus amigos habían caído en desgracia y habían sido desposeídos de todo poder por Stalin. Puede que por esta razón, el prometido representante de la III Internacional en París no llegara nunca, ni tampoco, claro está, los dineros prometidos". Según Eduardo González Calleja, eran 400.000 pesetas. Este historiador afirma, por otro lado, que cuando Macià volvió a París tanto la CNT como los nacionalistas vascos se mostraron reticentes ante el "pacto de Moscú". Finalmente Macià rompió con los comunistas en la primavera de 1926, porque "nos hemos dado cuenta de que era una gente que habiendo prometido su ayuda, faltaban a su palabra siempre, no aportando lo que prometían y que a lo que iban era a aprovecharse de nuestro nombre y de nuestras organizaciones para presentarse con nuestro prestigio y hacer sus campañas", según dejó escrito Macià
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