De gran ingenio a la hora de apretar el gatillo, Simo se caracterizaba por técnicas como:
- Usaba la mira de acero del propio
rifle en vez de una mira telescópica, para así no revelar su posición,
ya que un francotirador tiene que alzar su cabeza para usar la mira
telescópica, y además la luz solar puede reflejarse en el lente y
delatar su ubicación.
- A la hora de seleccionar el objetivo,
Simo buscaba al mando de mayor graduación, pero esto no siempre se
evidenciaba a simple vista (algunos militares precavidos ocultaban sus
distintivos de rango), así que observaba la conducta de sus potenciales
blancos, a ver quién daba órdenes, hablaba con operadores de radio o
mostraba otra actitud propia de quien tiene el poder en el grupo.
- Compactaba la nieve que tenía frente a
él, a fin de que ésta no se alzase cuando disparara. En este mismo
empeño, incluso a veces creaba bloques de hielo.
- Colocaba nieve en su boca para no delatarse con el vaho de su respiración.
Fueron todas las técnicas anteriores,
junto a la puntería, el ingenio y los reflejos que Simo tenía, lo
posibilitaron que, habiendo entrado a la guerra como cabo, terminase
como teniente segundo, siendo condecorado por el mariscal Carl Cuando el
conflicto bélico término Simo Häyhä, quien había entrado a las filas
del ejército finés como un simple soldado de infantería posteriormente
ascendido a cabo, recibió el rango de Teniente segundo durante la
campaña en el río Kollaa y también fue condecorado por el mariscal Carl
Gustaf Emil Mannerheim con la Cruz de Kollaa y la Cruz de Plata, pasando
con ello a ser el individuo que más rápido había ascendido de rango en
toda la historia militar de Finlandia. Era pues el gran héroe del
“Milagro de Kollaa”, batalla en la cual murieron 8000 soviéticos y,
durante el episodio conocido en inglés como “The Killer Hill Battle”, 32
finlandeses, entre los cuales estaba Simo, plantearon una feroz
resistencia a 4000 soviéticos, mostrándole al mundo que el coraje de los
300 espartanos podía repetirse en la era de la pólvora, los aviones y
los tanques.
Cuando la fama de Simo creció entre los
soldados soviéticos y éstos empezaron a verlo como una importante
amenaza, le pusieron el apodo de "Belaya Smert" (Muerte Blanca); y los
oficiales, que se tomaron con seriedad el asunto, montaron operaciones
especialmente diseñadas para aniquilarlo.
Primero únicamente enviaron escuadrones
para darle muerte, pero Simo se escondía bien e hizo perecer o claudicar
a todos los escuadrones que fueron a cazarlo. Ante eso, los mandos
soviéticos crearon un escuadrón especial de francotiradores
especializados en aniquilar francotiradores, pero Simo los mató a todos.
Desesperados, los soviéticos llegaron a efectuar un ataque de
artillería, en el cual el abrigo blanco de Simo fue rasgado por
fragmentos de municiones enemigas, cosa que reveló su posición; pero,
aún así, él sobrevivió
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