lunes, 14 de septiembre de 2015

El sexo en la Historia (Mesopotamia [I])

Al mencionar este imperio de la Anigüedad, debemos hacer referencia a las culturas Sumeria y Babilónica que se asentaron alrededor de lo que hoy es Irak. Parece ser que en aquellos días, el sexo se practicaba dentro de los templos dedicacos a la "Diosa" Belit-Ishtar, allí se enocntraban las sacerdotisas que estaban a disposición de los fieles. Podiamos hablar de cientos de personas que se congregaban para tener sexo. Los fieles se encontraban en la capacidad de acercarse a la mujer que quisieran y establecer los primeros vínculos para sembrar en ellas el deseo y en minutos pasar a la frenética cópula. Seria algo parecido a los swingers de este siglo.
Por lo visto, tenían una apertura mental hacia el sexo, lo cual es básico para disfrutar de él en plenitud. El intercambio de parejas era fomentado y se busca que elevar el sexo a un status de casi veneración divina. Para ellos, era la manera más eficaz de situarse a la altura de los "Dioses", siendo el momento culminante... "el orgasmo"

Otra de las practicas habituales, era reunir a las mujeres en edad de casarse, desnudas en una plaza de la ciudad, y alli comenzaba la "subasta". En medio de esta práctica, los hombres que se congregaban en dicha plaza, podían pedir "catar" a las posibles candidatas, antes de empezar a pujar en la subasta. Todo con dinero de por medio, por supuesto. Nuevamente vemos que aquí los tabúes desparecen y la "cata" se efectuaba allí mismo, en plena plaza, y a la vista y paciencia de los demás participantes de la subasta que a su vez podían observar el desempeño de estas mujeres y decidirse si participaban en su puja. Un día esta practica "existe" en cierta manera seria un gangbang. Y es que a veces, una de las mujeres despertaba el deseo de más de un potencial comprador y más de un babilonio deseaba "catarla". Y por turnos todos podian "catar" a esta única mujer. En este punto, podemos ver que era una cultura donde el machismo dictaba las leyes entre los babilonios.
Lo sorprendente del caso, es que el dinero que se recaudaba en estas subastas... servía para engrosar las dotes de las menos agraciadas y de esta manera evitar que quedaran solteras...
Otra práctica era la que le permitía a los hombres de Babilonia, ofrecer a sus esposas como pagho o parte de un pago por un prestamo que no podian devolver a su acreedor.

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