lunes, 14 de septiembre de 2015

El sexo en la Historia (Cultura Egipto [I])

El sexo no era un tabú en Egipto, el papiro de Turín, en el que se representan imágenes de un prostíbulo de la época, narra una orgía en doce escenas, y con ello, queda demuestrado que hace 3000 años, ya se cultivaba la literatura pornografica. La sexualidad egipcia se concebía como algo ritual, una manera de entrar en contacto con el mundo de los "Dioses", y en ella el hombre era el factor mas importante. La mujer egipcia era liberal en el amor y en ningún caso fue un personaje pasivo. Le encantaba participar...

La felación era un arte practicado por algunas mujeres egipcias, no siempre prostitutas, conocidas como felatrices, dándose la particularidad que se distinguian porque se pintanban los labios de un determinado color para dar a conocer su inclinación por esta práctica.

- En el Egipto predínástico y en las primeras etapas de su desarrollo histórico, las sacerdotisas acompañadas de eunucos realizaban rituales orgiásticos en honor a la "Diosa Madre". La Ceremonia consistía en la autoestimulación erótica de las Sacerdotisas con objetos artísticos de formas fálicas.
También usaban para estos ritos los llamados alabastrones, unas vasijas contenedoras de perfume talladas en alabastro con forma cilíndrica, que simulaban un pene, y base redonda.
Estos objetos, además de servir como consolador ceremonial, se colgaban por sus asas del cuello femenino a modo de talismán. Eso explicaría por qué el vocablo alabastro pasase al griego con significado de insaciable.

- Las mujeres egipcias solían casarce entre los 12 y 14 años de edad, y los hombres, hacia los 16.

- En el imperio antiguo, el Faraón era el único varón que podía tener varias esposas legitimas. Pero éstas tenían diversas categorías: Por ejemplo, las de rango inferior nutrían el harén, para satisfacer sexualmente al Soberano. Sólo unas pocas mujeres, emparentadas familiarmente con el faraón, eran autenticas reinas que por lo general eran enterradas en pequeñas pirámides subsidiarias construidas al lado de la de su esposo.

- Los Matrimonios y divorcios en el Imperio Antiguo estaban regulados por contratos meramente económicos establecidos por la pareja. La mujer tenía los mismos derechos que el hombre ante la ley; podían heredar, conservar y disponer de sus bienes sin consultar con el marido. Además, éste no podía imponer ningún tipo de limitación en su forma de vestir ó exhibir sus encantos.
De hecho, el sabio Ptahhotep (2400 a.C.) llegó a advertir que el lucimiento de los cuerpos semidesnudos de las mujeres suponía un riesgo para la estabilidad conyugal ó emocional de los varones.

- Existía un tipo de "sacerdotisas" consagradas a diferentes diosas era el de las Palácidas, las hijas más bellas de la élite egipcia que eran reclutadas para que se dedicaran a la prostitución. Se trataba de un cometido sagrado, como demuestra el hecho de que ejercían el oficio más antiguo del mundo en el templo de la diosa Astarté (Afrodita). Las jóvenes entregaban su cuerpo como parte del ritual de siembra, para aumentar la fertilidad de la naturaleza.

- Cualquier miembro de la pareja podía solicitar la separación en función de unos argumentos, como el adulterio, la esterilidad e incluso la incompatibilidad de caracteres. Un documento hallado en el poblado artesano de Deir el-medina narra la historia de un esposo que, enamorado de una joven, quiso divorciarse de su mujer argumentando que ésta era tuerta, defecto que, al parecer, ya presentaba cuando se casaron.
La penosa excusa sólo sirvió para que su mujer se mofara y se vengara dejándolo en la ruina.

- Las prostitutas eran conocidas entre los egipcios con la expresión kat tahut, donde kat significa vulva y tahut prostituta.

- Egipto fué el único Imperio de la antigüedad que permitió a las mujeres acceder a la jefatura del Estado en las mismas condiciones que los hombres, gracias a una ley promulgada durante la II Dinastía. La primera mujer faraón fué Nitocris, que tomó las riendas del país tras el asesinato de su esposo a manos de unos traidores, a finales de la VI Dinastía. Fué una mujer valerosa con una belleza excepcional que reinó durante 12 años. No obstante, hay indicios de que antes otra mujer llamada Meryt-Neith ejerció el poder supremo

- Un método usado por los egipcios para diagnosticar la esterilidad femenina era el siguiente: “Se toma una sandía y el fruto del sicomoro; triturar y mezclar con leche de mujer que haya traído al mundo un hijo. Se le dará a la supuesta estéril y, si vomitara, ella tendrá un hijo, pero si en vez de vomitar hace ventosidades, ella nunca tendrá hijos.

- Otro test utilizado y que servia para el "diagnostico", usado por los sun-un (doctores), para distinguir las mujeres fértiles de las estériles consistía en depositar un diente de ajo dentro de la vagina de la paciente durante toda la noche, hasta el alba.
Si el olor del ajo pasaba hasta su boca, la mujer tendría un hijo; si su aliento no desprendía este olor, era estéril.

- Creían que las mujeres feas eran menos fértiles que las guapas; los hombres demostraban su masculinidad teniendo hijos.

- Uno de los métodos anticonceptivos mas curiosos descritos en el papiro medico de Kahún consistía en embadurnar a consciencia el sexo, labios y vagina, de la mujer con una solución viscosa confeccionada con estiércol de cocodrilo.

- Para prevenir embarazos, las mujeres también untaban su vagina con miel y se introducían semillas de acacia que poseen una alta concentración de goma arábiga. Su acción era la misma que la de los espermicidas modernos.

- Los maridos en antiguo Egipto tenían derecho de pegar a su mujer, así como el hermano a la hermana, siempre que no se propasaran. Curiosamente, el insulto a la consorte estaba penado; el infractor debía comprometerse ante los jueces a no volver a vilipendiar a su mujer, bajo la pena de recibir cien golpes y de verse privado de todo bien ganancial compartido con la esposa.

- El hombre casado podía tener relaciones sexuales con otras mujeres, además de su esposa, siempre que las amantes no estuvieran casadas. Las mujeres no disfrutaban de este privilegio. A veces, los tribunales egipcios castigaban el adulterio con penas muy severas, que incluían los trabajos forzados y el destierro.
También se contemplaba la ablación de la nariz y de las orejas. En algunos sitios, si el engaño no era libremente consentido por una mujer casada, se consideraba como una violación y el infractor era castigado con la castración.

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