miércoles, 7 de septiembre de 2016

Literatura Catalana (Manel Milá i Fontanals [II])

Aparte de la Filología, Milá es un importante autor de Estética y Teoría de la Literatura: su principal obra teórica es "Principios de Estética" (1857), que reúne sus artículos sobre la materia aparecidos justo antes en el "Diario de Barcelona", del que fue asiduo colaborador. Amplió este último título como "Principios de teoría estética y literaria" (1869), donde junto a la parte teorética y la integración de doctrinas de Kant o Hegel queda expuesto su propio pensamiento sobre el arte y la literatura. Subsiguientemente, "Principios de Literatura General y Española" (1873) culmina este gran trazado conjunto estético, historiográfico y crítico.
Su función más reconocida o difundida es la de padre de la filología española, pues él fue quien introdujo en España los modernos métodos europeos de investigación histórico-literaria; aunque de tener en cuenta el testimonio de Juan Valera, Milá era más reconocido en el extranjero que en su propia patria: en Alemania, Francia y Rusia se le citaba con más frecuencia que en España. En su "Romancerillo catalán" (1853) se revela como un experto folclorista y agudo conocedor de la poesía popular y tradicional. Entiende que la poesía popular es la compuesta por el pueblo mismo o por aquellos poetas que a él se dirigen. La edad más propicia para la misma es la edad heroica de las naciones. Recogió muchas composiciones populares en sus excursiones por la región y resumió sus ideas al respecto en "Observaciones sobre la poesía popular" (1853). En "De la poesía heroico-popular castellana" (1874) puntualizó la manera como el Romancero deriva de la épica, la relación entre la épica y la cronística, la relación entre la épica francesa y la castellana y otros teorías que sus discípulos han ampliado. Consagró diversos estudios al origen de las lenguas románicas, la épica medieval francesa, el catalán y la métrica española. En "De los trovadores en España" (1861) trazó un amplio panorama de la influencia provenzal y catalana en la lírica castellana, cosa que en aquel tiempo nadie conocía. Dejó inéditos unos "Orígenes del teatro catalán". Toda su obra fue recogida en unas Obras completas en ocho volúmenes editados por su discípulo Menéndez Pelayo, en las que aún faltaron algunos títulos menores.

Con escaso rigor filológico, y con un punto de provocación, el historiador Jaume Riera i Sans le atribuyó la falsificación literaria de la novela caballeresca "Curial e Güelfa", texto catalán del siglo XV sin lugar a dudas, cuyo manuscrito único fue encuadernado en Toledo a comienzos del siglo XVI, aunque haya quien todavía se obstine en la supuesta falsificación

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