lunes, 25 de enero de 2016

Asesinos en Serie (Robert Hansen [VI])

Finalmente Robert Hansen se dio cuenta que, ante la enorme cantidad de evidencia en su contra, difícilmente ganaría su caso frente a la corte. El 22 de Febrero de 1984 se arregló un encuentro entre el abogado defensor Fred Dewey y el fiscal general de Anchorage, Victor Krumm, para establecer un acuerdo. Este acuerdo consistió en que Hansen daría una confesión detallada y completa de sus crímenes a cambio de ser cargado únicamente con los 4 homicidios que se conocían hasta el momento. Además purgaría su sentencia de cadena perpetua en un recinto federal, en vez de una prisión de máxima seguridad. Hansen se vio obligado a aceptar este trato, pues era lo mejor que podía obtener.
Entonces explicó su modus operandi, que consistía en contratar por una suma de dinero a las prostitutas. Una vez estando ellas a modo, las sometía amenazándolas con un arma de fuego. Tratando de verse lo más seguro y desafiante posible les decía: “Muy bien, eres una profesional, lo que hacemos no te excita en nada, sabes bien que existen riesgos en lo que haces. Que esto te sirva de experiencia, para que la próxima vez elijas bien a quién te ofreces. Si haces todo cuanto te ordeno, no saldrás lastimada…” Hansen hacía lo anterior para ver cómo la víctima se congelaba del miedo. Disfrutaba verlas sentirse indefensas y sometidas a su voluntad. Una vez que tenía a una mujer bajo su poder, normalmente la llevaba en la avioneta a su remota cabaña de los bosques. Ahí, después de violarlas sin misericordia, llegaba al extremo de desnudarlas y aún de taparles los ojos antes de soltarlas. Esperaba un poco a que la chica corriera y después, con su navaja y con el rifle, las cazaba igual que lo hacía con osos o venados.
Al término de su declaración, la Policía le mostró un mapa de la región a Hansen y le pidió que señalara los sitios donde había cometido sus fechorías. Éste señaló numerosos lugares. Al día siguiente se hizo una expedición en un helicóptero militar y Hansen los condujo a 12 sitios diferentes, ahí fueron marcados árboles para regresar posteriormente a revisar. Durante 1984 fueron recuperados únicamente 7 cuerpos.
El 18 de Febrero de 1984 Robert Hansen se declaró culpable de los cuatro homicidios acordados y recibió sentencia de 461 años de cárcel sin derecho a libertad condicional. Inicialmente fue enviado a una penitenciaria en Pennsylvania, pero en 1988 regresó a Alaska a ser uno de los presos del centro correccional Spring Creek. Poco después de encarcelado su esposa pidió el divorcio. 

fuente: http://www.asesinos-en-serie.com


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