miércoles, 6 de enero de 2016

Asesinos en Serie (Phoolan Devi [IV])

Siendo un sólido equipo, durante el año siguiente a su incorporación en la banda, Vikram y Phoolan llevaron a la banda a lo largo de tierras baldías, áridos paisajes, montañas y selvas como las de Uttar Pradesh y Madhya, zonas todas controladas por bandidos como los que Vikram dirigía, por bandoleros que implantaban la ley de la pólvora y el puñal en un escenario donde la influencia de los cuerpos estatales de seguridad era tan pálida que, de aquellos aproximadamente 8000 kilómetros, se podía decir que eran "tierra de nadie". En esas zonas, los dacoits de Vikram robaron, saquearon aldeas de castas superiores y tomaron reenes. Y siempre, excéntricamente y por petición de Phoolan, tras cada incursión el grupo iba a algún templo más o menos oculto de la diosa Durga, de la cual Phoolan decía recibir protección, presagios y señales. Por ejemplo, refiriéndose a una de esas señales sutiles y hablando de cómo el miedo no había estado ausente en su peligrosa vida, en 1983 Phoolan dijo en una conferencia de prensa: "Todos los días he vivido con miedo. Una noche en la selva, yo estaba sentada en nuestra fogata y sentí que algo se deslizaba sobre mis muslos. Me di cuenta de que era una serpiente. Rápidamente me levanté y la eché a un lado, pero sabía que era un mal presagio, así que cogí nuestras armas y corrí. Diez minutos más tarde, vimos las luces de un fuerte contingente policial en nuestro campamento. Dios envía a sus propias señales"
 Pero el peor de los presagios se dio en una noche de verano en agosto de 1980, poco después de la fiesta de Sawan Dui, durante las lluvias monzónicas. Phoolan vio un cuervo parado en un árbol muerto en el borde del campamento, y le rogó a Vikram irse, convencida de que aquello pronosticaba que allí algo terrible se desataría, pero sus ruegos fueron en vano y Vikram estaba apasionado esa noche, de modo que se la llevó a la cama creyendo que lo del cuervo era pura superstición.
Lastimosamente se equivocó, y poco después el estallido de una bala rasgó la paz de la noche. Inquieto, Vikram se sentó y miró a uno y otro lado. Phoolan creía que la Policía los tenía rodeados y agarró su fusil. La tensión se respiraba, y en cuestión de segundos, sin que ninguno de los dos tuviera tiempo de salir de la tienda de campaña en que estaban, otro disparo se escuchó, y una bala entró y perforó la cabeza de Vikram, apagando para siempre sus pensamientos… Fue una escena realmente trágica, pues Vikram murió al instante, cayendo sobre el regazo de Phoolan, como un último gesto involuntario de amor
 Los asesinos eran dos hermanos que pocos días atrás se habían unido al grupo tras pasar una temporada en la cárcel. Sus nombres eran Sri Ram y Lala Ram. El asesinato de Vikram Mallah fue una venganza por la muerte del ex líder de la banda, Babu Gujar, y por el hecho imperdonable que Vikram, siendo de casta baja, había tomado el liderazgo de la banda, liderada antes por alguien de casta terrateniente (Babu Gujar). Como era de imaginarse, siendo también de casta terrateniente, los hermanos Ram asumieron el liderazgo de la banda y la reordenaron según sus despreciables criterios de casta
Se dice que Phoolan jamás se recuperó de la muerte de Vikram, y que nunca quizo hablar con suficiente detalle de lo que le hicieron los hermanos Ram; pero se sabe, gracias a varios testigos, que la amordazaron, le ataron las piernas y los brazos y la echaron en un velero que surcó las aguas del río Yamuna hasta llegar a Behmai, donde por 22 días la mantuvieron cautiva en una choza oscura, sucia y maloliente, en la cual cada medianoche era violada por muchos hombres altos y con turbantes, que se turnaban para ultrajarla, hasta que finalmente perdía el conocimiento…

 

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