Astutamente, durante el juicio el
asesino dijo que todo era un complot, y que la Policía había tomado
semen de un condón que él había empleado, metiéndolo después en la
vagina de María para inculparlo… Parecía algo creíble, pero se
realizaron indagaciones y la Fiscalía descartó el argumento de la
incriminación, dándole a Gilberto una pena de 45 años: 20 por matar a
María, 12 por violar a María, y 13 porque, durante el proceso de
mediatización y popularización del juicio, una prostituta rumana había
testificado en contra de Gilberto, diciendo que éste intentó violarla y
matarla…
A todo lo anterior se sumaron las
acusaciones que surgieron cuando la Policía Española contactó a la
Policía Ecuatoriana, enterándose de que Gilberto había estado ocultando
su siniestro pasado en Ecuador. Claro que en España no se le podía
juzgar por crímenes cometidos en Ecuador, pero la opinión pública
española, a raíz de esas últimas informaciones, cobró conciencia de que
estaba ante un verdadero asesino en serie, ante quien fuera llamado el "Monstruo de Machala".
Por otro lado, la ocultación de sus
antecedentes sirvió para que se le intenté elevar la condena a 52 años
por “falsedad documental” al ingresar a España, pero finalmente, en
junio del 2006, sólo se le sentenció a 45 años, afirmándose de él que: "presenta
un perfil de psicopatía sexual integrado con falta de empatía hacia sus
víctimas y una profunda desviación sexual consistente en la necesidad
de unir la satisfacción sexual por actos violentos a la muerte".
Terminó así sus días el Monstruo de
Machala, mientras en Ecuador, al enterarse de la condena impuesta en
España, Alejandro Muñoz, tío de Mariana Elisabeth (asesinada por
Gilberto), dijo ante la Prensa lo siguiente: "Que se pudra en la cárcel. Ojalá la Justicia española no sea como la ecuatoriana".
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
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