miércoles, 17 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (El Pogrom de Barcelona [II])

A pesar de la calma del domingo, la situación reavivaría. El lunes 7 de agosto, al mediodía, el veguer y los prohombres de la ciudad iban a colgar unos cuantos delincuentes castellanos (culpables de asesinato, hurto e incendio). En el momento de ejecutar la sentencia estalló una batalla campal en las plazas del Trigo y de las Coles y sus alrededores entre el populacho y la oligarquía allí reunida. Los primeros llamaban "Los gordos quieren destruir los pequeños" o "muera todos y viva el pueblo y el Rey" y hirieron varios de los segundos. Los presos fueron liberados, la escribanía del alcalde fue quemada, y acto seguido el tumulto de gente se dirigió a la casa de la ciudad en donde ocuparon la sala del Consell y proclamaron la abolición de los impuestos, al tiempo que hacían sonar la campana del sacramental para movilizar la ciudad.
En la maratón estaba también Ponç de Alcalá, uno de los alguaciles del gobernador, que propuso dirigirse de nuevo contra los judíos. Estos estaban refugiados todavía en el Castell Nou, por eso el edificio fue asediado el resto de la tarde y la noche sufriendo el tiro de las ballestas y los viratons de la gente. Finalmente, la mañana del día 8 los judíos, aterrados, abrieron las puertas declarando su voluntad de recibir el bautismo y abjurar de su religión: Unas 3.000 personas fueron bautizadas a la fuerza, y las indecisas se las secuestró en casas particulares y religiosas para evangelizarlos. A pesar de todo, unas 300 personas se reafirmaron en su fe judía, fueron asesinadas y arrojadas a los pozos y las cisternas del "call". Además se intentó transformar la sinagoga principal en una capilla dedicada a Sant Domènec (cuya festividad se había celebrado el día 5)El cementerio de Montjuic de la comunidad judía medieval de Barcelona, ​​documentado al menos desde el siglo IX hasta el siglo XIV fue abandonado en 1391.Más o menos restablecida la normalidad, durante los meses siguientes el rey Joan no quiso recibir ninguna embajada de ciudad mientras en esta hubiera menestrales.
El 6 de diciembre el Camarlengo real Ramon Alemany de Cervelló tomó las calles de la ciudad con 200 caballeros. El 13 construyó horcas en la plaza Nueva, en la del Trigo y la de Santa Ana, y durante las semanas siguientes se ejecutaron 33 personas, declaradas culpables de los asaltos de agosto. Además el 27 de enero el procurador fiscal presentó hasta 770 denuncias contra otras personas implicadas en los dos asaltos, y les exigía una indemnización de 10 millones de sueldos barceloneses.El 1392 se dictaron medidas que abrieron el callo a los cristianos y finalmente en 1401 se terminó prohibiendo el restablecimiento de la comunidad judía en Barcelona, ​​y en cualquier viajando judío se le impuso un límite de quince días para residir en la ciudadLa destrucción de la judería de Barcelona fue la consecuencia de una revuelta con diversas motivaciones profundas y complejas. La desaparición de los judíos sólo era una de ellas, propia de una sociedad fanatizada por la proximidad del fin del siglo. Se profetizaba el fin del mundo y, con ella, la conversión de todos los judíos y musulmanes en la "verdadera" religión cristiana
Pero al elemento antisemita hay que añadir que también el ideal radical de una religión espiritual: Creían que con la universalidad del cristianismo ya no serían necesarios ni los sacramentos ni las iglesias; y que ya no habría ni pobres ni ricos. Las confusas demandas revolucionarias que sonaron en Barcelona iban desde la rebaja de impuestos, la ocupación de la casa de la ciudad, la exigencia de que tanto clérigos como los otros privilegiados pagaran impuestos, el equilibrio de las tallas en proporción a la riqueza personal ... Todo bajo el constante rumor de asaltar y asesinar esta vez los patricios urbanos

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