jueves, 7 de abril de 2016

Asesinos en Serie (Yoo Young-Chul [VIII])

En aquel entonces la gente del barrio consideraba a Yoo como un buen tipo, e igualmente los policías de la pequeña estación que estaba cerca (apenas a cincuenta pasos de su apartamento) no sospechaban nada de él y lo veían con buenos ojos.
En noviembre de ese mismo año (2003), llamando a los servicios de sexo Yoo conoció a la Sra. Kim, con quien estableció una relación sentimental y terminó haciendo una propuesta de matrimonio. Yoo no se lo esperaba pero, muy poco antes de la propuesta, la Sra. Kim había averiguado sobre su pasado criminal y consecuentemente rechazó la propuesta matrimonial.
El rechazo de la Sra. Kim fue el inicio de una nueva pasión en Yoo: el odio por las “prostitutas”. Tan enojado se sentía por el rechazo que incluso pensó en matar a su ex esposa, pero no lo hizo para evitar el sufrimiento de su hijo.
Poco después de su fracaso sentimental, en enero del 2004 Yoo fue detenido por un pequeño robo en un sauna, pero todo lo que le hicieron fue llevarlo a la comisaría de Sodaemun, donde los negligentes policías ni siquiera se tomaron la molestia de revisar sus antecedentes penales, liberándolo en poco tiempo tras darle sus respectivas amonestaciones.
Tras el rechazo de la Sra. Kim, el odio predominante en Yoo dejó de ser el odio a los ricos y pasó a ser el odio hacia las mujeres que trabajaban en el comercio sexual y, al igual que la Sra. Kim, eran jóvenes y atractivas. Si la chica era fea o vieja no servía: tenía que ser joven y algo atractiva, tenía que representar a la Sra. Kim en cierta forma y medida. Ese tipo de mujer pasaría a ser el modelo de víctima de ahora en adelante. Los ricos ya habían sufrido bastante, ahora debían pagar las rameras.
Eran abundantes las nuevas víctimas potenciales de Yoo, ya que Seúl era y es una ciudad en que, según revelan las investigaciones, el colectivo de las mujeres que venden sexo no está únicamente conformado por las profesionales permanentes sino por quienes ocasionalmente se venden, pudiendo estar en esa categoría estudiantes de secundaria que están ahorrando para comprar el último modelo de celular, amas de casa que quieren pagar rápido la matrícula escolar del hijo o la tarjeta de crédito, etc… Yoo solo tendría que llamarlas y ellas irían donde él, buscando dinero y encontrando una muerte terrible…
Fue así que, el 6 de febrero del 2004, Yoo salió de su casa a las siete de la noche, tomó un taxi y se dirigió hasta el barrio Imoon-dong, abundante en mujeres que ofrecían su "mercadería" bajo el amparo de la noche. Caminando en el barrio Imoon-dong, Yoo vio al otro lado de la calle a una mujer de formas atractivas vestida de manera provocativa y, al ver que la mujer permanecía parada, pensó que era una prostituta. Entonces Yoo cruzó la amplia calle de cuatro carriles hasta llegar al restaurante cerca del cual estaba parada la mujer, en un callejón.



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