Cuando la Prensa lo cuestionó con la
pregunta: "¿por qué?", su respuesta fue escalofriante y perturbadora,
también aseguró sentir orgasmos mientras veía cómo su víctima agonizaba.
Estas son algunas de sus declaraciones:
- "Sólo mataba a personas que se
quejaban de su vida, me sentía como un padre de todas estas personas,
porque era yo el que les abría la puerta a otro mundo".
- "Me gusta el sonido de un cráneo partiéndose"
Durante el interrogatorio, Pichushkin
dijo haber matado a 11 personas en el 2001, con orgullo de sí mismo dijo
que estranguló seis en un solo mes. También reveló que en febrero de
2006 mató a una de sus últimas víctimas para demostrar a la Policía que
“La Bestia de Bittsa” seguía libre. Finalmente confesó su admiración por
Andrei Chikatilo,
diciendo a las cámaras que él debía ser nombrado como el asesino Nº1 de
Rusia por haber superado el número de víctimas del “Carnicero de
Rostov”.
Una caja de vidrio reforzado fue usada
en la corte para proteger al acusado de posibles ataques por parte de
los familiares de las víctimas. Mientras el oficial investigador del
caso, Andrei Suprunenko, explicó el método que Pichushkin usó, también
dijo que aún estaban en el proceso de comprender la mente retorcida del
asesino. Por esta razón Alexander fue sometido a una prueba psiquiátrica
para saber si era apto de atender el juicio. El Instituto de Serbsky en
Moscú dictaminó que el asesino tenía la suficiente cordura mental para
ser enjuiciado. Alexander Gonopolsky, doctor y psiquiatra, dijo que los
asesinos en serie necesitan medicamentos y sólo se revelan cuando sus
acciones son muy obvias para el público, como en el caso de Alexander…
El miércoles 24 de octubre de 2007 el
juicio del "Maníaco del martillo" llegó a su fin tras escuchar los
testimonios de las víctimas y las palabrerías de Pichushkin, añadiendo
las evidencias policíacas. El juez Vladimir Usov leyó el veredicto por
una hora antes de sentenciar a Alexander Pichushkin a cadena perpetua
por sus crímenes; adicionalmente, Alexander fue condenado a pasar en
confinamiento solitario por los primeros 15 años de prisión.
El final del asesino dejó a muchas
personas poco satisfechas, debido a que la pena de muerte se había
suspendido en Rusia desde 1996. "Él emborrachó a mi hermano y lo lanzó a
un pozo de alcantarilla cuando todavía estaba vivo. Pichushkin merece
más que una cadena perpetua. Un escuadrón de fusilamiento sería un
castigo muy liviano para él", dijo Alexander Fyodorov, un intelectual
moscovita
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
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