domingo, 11 de octubre de 2015

Leyendas en Catalunya (El tió [I])

El "tió de Navidad" (también llamado simplemente tión, tronco de Navidad, cepa, choca o tronco) es uno de los elementos de la Mitología catalana y una tradición muy arraigada en Cataluña, así como a los vecinos Aragón (donde se dice en aragonés tronco, toza o tizón de Navidad), Occitania (donde se dice en occitano cachafuòc o soy de Navidad) y Andorra. A pesar de las múltiples variantes locales, la tradición consiste en reunir un trozo de tronco o rama gruesa días antes del día de Navidad, normalmente al inicio del Adviento, y llevarlo a casa, donde se le coloca en algún rincón con una manta para que no tenga frío y donde se la alimenta diariamente hasta el día que se hace cagar. Hay hogares donde el tió es simplemente una pieza de madera (una o varias sillas, por ejemplo), un trozo de corcho, o una caja, de tamaños diferentes según convenga para el espacio y tamaños de los regalos, que deberá cagar.
Se trata de una tradición con siglos de historia, inicialmente relacionada con la naturaleza, la fertilidad y el solsticio de invierno. El tió es un ritual de origen rural, significa la abundancia, un tronco viejo y seco regala de sus entrañas golosinas y golosinas. Es el augurio del renacer de la naturaleza después de la estación invernal. Con el tiempo y la desaparición del fuego a tierra de los hogares, también ha desaparecido la costumbre de quemarlo después de la cagada y también las costumbres en torno a las cenizas que quedaban. Estas eran utilizadas como elementos de protección contra el rayo, las cucarachas, etc. en las casas y los campos.
También existe la denominación cagatió referida a la fiesta de hacer cagar el tió. Es adecuada para referirse a la fiesta, pero no al tió en sí mismo. La palabra tiene su origen en las canciones tradicionales que comienzan con estas palabras, en la que «caga» es un verbo en imperativo, por ejemplo: "Caga, tió, / almendras y turrón".


No hay comentarios:

Publicar un comentario