El "Avalot de les Faves" fue una revuelta antiseñorial ocurrida en junio de 1688 en Manresa. El
estamento eclesial tenía derecho a cobrar los agricultores de Manresa
el diezmo, que consistía en una décima parte de los frutos, las
cebollas, ajos, habas y otras hortalizas que producía el regadío del
término, pero ni los agricultores pagaban, ni los canónigos el requerían. Los canónigos quisieron cobrar el diezmo años después de no haberlo
hecho y esto provocó un ambiente de agitación popular, y los canónigos
no podían salir a la calle sin ser seguidos, insultados y amenazados.Las
familias campesinas del arrabal de Valldaura, el barrio de las Barreras
y el Campo de Urgell ("els tremendos") hicieron causa común con los
cuiraters y curtidores de Sant Marc, mientras otro bando era partidario
de respetar los derechos de los canónigos (los Favets, que estaban a favor de satisfacer el diezmo de las faves (habas) en el barrio de las Escodines los Favets eran mayoría.
El 13 de junio de 1688, Francisco Planes, braç de ferro, del barrio de las Escodines encabezó la revuelta, con cincuenta personas que enarbolando cañas con ajos, cebollas y habas enfilerats, y armados con herramientas de segar, gritaban "Mueran los Favets! " y "Viva la tierra, mueran los traidores!". Los revolucionarios habían redactado y publicado en la plaza Mayor unas bases relativas a la ciudad y los canónigos en las que se reclamaba la exención del diezmo y el perdón para todos los amotinados.La autoridad consiguió disolverlos pero por la tarde, los sublevados asaltaron las casas de seis canónigos, de donde sacaron los muebles, los que prendieron fuego en la calle. Intentaron, sin éxito hacer lo mismo en la casa del alcalde, el doctor. Francesc Vicens. Durante la revuelta, que duró hasta el 17 de junio, se cometieron asesinatos, y muchos robatorios.A consecuencia del alboroto hubo ocho ejecuciones
El 13 de junio de 1688, Francisco Planes, braç de ferro, del barrio de las Escodines encabezó la revuelta, con cincuenta personas que enarbolando cañas con ajos, cebollas y habas enfilerats, y armados con herramientas de segar, gritaban "Mueran los Favets! " y "Viva la tierra, mueran los traidores!". Los revolucionarios habían redactado y publicado en la plaza Mayor unas bases relativas a la ciudad y los canónigos en las que se reclamaba la exención del diezmo y el perdón para todos los amotinados.La autoridad consiguió disolverlos pero por la tarde, los sublevados asaltaron las casas de seis canónigos, de donde sacaron los muebles, los que prendieron fuego en la calle. Intentaron, sin éxito hacer lo mismo en la casa del alcalde, el doctor. Francesc Vicens. Durante la revuelta, que duró hasta el 17 de junio, se cometieron asesinatos, y muchos robatorios.A consecuencia del alboroto hubo ocho ejecuciones
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