lunes, 8 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (El Bombardeo de Barcelona 1842 [III])

A las 6 de la tarde salieron dos comisiones de ciudadanos, una de la ciudad y otra de La Barceloneta, se dirigieron al cuartel general para pedir que se suspendiesen las hostilidades y ofreciendo la sumisión de la Ciudad. La junta revolucionaria pedía el cese del ataque para ceder la plaza y el ejército exigió la previa rendición y entrega de los responsables de la sublevación. A la media noche, los negociadores habían alcanzado un acuerdo con Van Halen y se dio por concluido el bombardeo.
La represión ordenada por Baldomero Espartero fue muy dura. Se desarmó a la milicia y varios centenares de personas fueron detenidas, de las cuales unas cien fueron fusiladas. Además se castigó colectivamente a la ciudad con el pago de una contribución extraordinaria de 12 millones de reales para sufragar la reconstrucción de la Ciudadela. Asimismo disolvió la Asociación de Tejedores de Barcelona y cerró todos los periódicos salvo el conservador "Diario de Barcelona". Antes de volver a Madrid el 22 de diciembre, desde su residencia en Sarriá sin haber pisado Barcelona, sustituyó a Van Halen al frente de la Capitanía General de Catalunya por el general, también “ayacucho”, Antonio Seoane, quien según manifestó se proponía gobernar Catalunya "fusilando y tirando metralla".
Baldomero Espartero había conseguido acabar con la revuelta pero con el bombardeo y la dura represión posterior perdió el "inmenso apoyo social y político que había tenido tradicionalmente en Barcelona. No es de extrañar la unanimidad que tendrá en Catalunya el levantamiento general contra Espartero en 1843".12 Además "el símbolo de Barcelona también actuó sobre Madrid. La vuelta de Espartero fue acogida con una frialdad que contrastaba con el alborozo y pomposidad de 1840".

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