En la mitología
griega Gerión era un monstruo antropomorfo gigante, hijo de Crisaor y
Calirroe, según la leyenda fue muerto por el griego Heracles (En uno de
sus trabajos, este caso el décimo), éste le robó su rebaño de vacas
rojas y bueyes para ofrendar a la diosa Hera.
Gerión
arrancó de cuajo un olivo para utilizarlo como arma contra Heracles,
este posteriormente después de huir aprovechó entonces para disparar una
de sus flechas envenenadas con sangre de Hidra, que alcanzó al gigante
atravesándole los tres corazones. Cayó al suelo y de la sangre que emanó
de su herida nació un drago o un madroño que daba frutas ("Cerezas") sin
hueso en la época en que salen las Pléyades
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