
Por lo visto,a principios de los 80, nació una práctica nueva en el metro catalán, consistía en subirse al techo de los vagones y disfrutar del subidón de tan peligroso viaje. Como es obvio, enseguida empezaron a ocurrir terribles sucesos, como electrocutamientos que dejaron reducidos a cenizas a tan temerarios viajeros. Pero lejos de ser algo sin cierta veracidad, existen pasajeros y el propio personal del Metro, que dice haber visto sombras oscuras antropomorfas en lo alto de los vagones que hacían su entrada en vía 2 en la estación de Plaça Catalunya (L1). En ese lugar habían fallecido dos personas en la década de los '80 poresa practica. También decir, que en la Plaça de Catalunya ocurre otro suceso. Cuando el metropolitano entra en la estación algunos fines de semana parece traer sombras nebulosas en sus techos que desaparecen justo al entrar en la estación…¿fallos con la iluminación?¿o nos encontramos ante los fantasmas metrosurfistas?
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