Un día después de navidad en 1972,
Edward Daniel Moore, un marino de 20 años, fue visto por última vez en
las barracas de Camp Pendleton. En la madrugada su cuerpo fue
encontrado: aparentemente fue lanzado de un coche en movimiento. Moore
había sido estrangulado y golpeado, tenía marcas de mordiscos en sus
genitales y una de sus propias medias insertada en el recto.
Seis semanas después, el 6 de febrero de
1973, un joven desnudo no identificado fue hallado en la terminal de la
isla Freeway en el distrito de Los Angeles. La víctima tenía cerca de
18 años y un calcetín marrón dentro de su ano. Su identidad jamás fue
descubierta.
El domingo de Pascua trajo consigo otra
macabra sorpresa cuando se encontró el cadáver de otro joven no
identificado en Huntingon Beach. La víctima estaba vestida por completo
excepto que no tenía zapatos y calcetines. Sus pantalones estaban
ensangrentados debido a que sus testículos habían sido cortados. Los
forenses determinaron que la causa de su muerte fue la pérdida de sangre
o asfixia.
El año siguiente se encontraron los
restos de otra víctima no identificada, desmembrada y con sus partes
esparcidas: la cabeza se encontró en Long Beach; su torso, pierna
derecha y ambos brazos fueron hallados en San Pedro; mientras que su
pierna izquierda fue localizada en Sunset Beach. Había marcas de fuertes
ataduras y los restos habían sido refrigerados antes de ser esparcidos.
Sin embargo, nunca se encontraron sus manos.
El 28 de julio de 1973 Ron Wiebe salió a
divertirse en varias tabernas, pero esa misma noche desapareció. Dos
días después su cadáver apareció en la autopista 405 en Seal Beach,
totalmente vestido pero descalzo. La autopsia reveló que había sido
golpeado brutalmente y posteriormente estrangulado. Al parecer fue
colgado antes de ser asesinado. También se reveló que durante su tortura
fue mordido en el estómago y pene. Uno de sus calcetines fue encontrado
en su ano.
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