martes, 6 de octubre de 2015

Misterios en la Peninsula Iberica (El Fantasma del Parlamento Andaluz [I])

El edificio donde hoy se ubica la sede del Parlamento Andaluz, hasta 1972 tenía otro uso, era un recinto sanitario. Era conocido como El Hospital de las Cinco Llagas o también Hospital de la Sangre.

Un edificio con Historia

El Hospital de las Cinco Llagas es un magnífico y solemne edificio ubicado frente a la basílica de la Macarena. En su día fue ,junto con el Hospital Mayor de Milán de Filerete, uno de los hospitales más grandes de Europa. Su construcción fue llevada a cabo por la familia Ribera con diseño de los arquitectos Martín Gaínza y Hernán Ruiz en 1540 ,siendo recinto sanitario hasta el año 1972. En el actual conjunto arquitectónico destaca el salón de plenos parlamentario, de estilo manierista, siendo parte de la Iglesia de la que gozaba el hospital. Desde 1992 el "desierto" Hospital de las Cinco Llagas es usado para fines políticos.



La Leyenda

Desde siempre se han comentado que en el Hospital de las Cinco Llagas el ambiente era algo siniestro y muchos de los que allí estuvieron ingresados en la época en que el edificio actuaba de hospital afirman haber sido testigo de diversas apariciones. Desde soldados que deambulaban por los largos pasillos del centro hospitalarios o incluso se escuchaban los lastimosos quejidos de mujeres que perdieron la vida al dar a luz.
Se tiene referencias que en el s.XVIII, hacia 1734 o 1738, que en ese hospital trabajaba una monja de la Orden de la Caridad. Se llamaba Sor Úrsula, que destacaba por su carácter inflexible y especial dureza con los pacientes.

Sor Ursula falleció víctima de una enfermedad contraída en el propio hospital a mediados de ese mismo siglo no fue precisamente llorada por los enfermos ni por el resto de personal del hospital. Tras su muerte, comenzó a manifestarse el fantasma; una monja que recorre el hospital vestida con un hábito antiguo y con un manojo de llaves en la cintura, y a partir de ahí, comienza la leyenda. La vestimenta de las hermanas de la Caridad en el siglo XVIII coincide punto por punto con lo manifestado por los testigos que han visto al fantasma, tanto en tiempos pasados como en la época contemporánea.
Los lugares preferidos por el fantasma para vagar son los que en tiempos pasados eran las estancias de los enfermos, particularmente le gustan la antigua sacristía que había únicamente para las monjas, la escalera del coro, los largos pasillos de las pisos superiores, el llamado patio 3, la sala de enfermos, donde se detiene a revisar las ropas de cama de alguno que… curiosamente fallece dentro de las 24 horas siguientes y la sala de despachos, aunque no desprecia pasear por el resto del edificio.

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