jueves, 29 de septiembre de 2016

Leyendas en Catalunya (Joan Pujol García [III])

Garbo tiene el honor de ser la primera y una de las pocas personas condecoradas con medallas de ambos bandos, la "Cruz de Hierro alemana" (1944) y la "Orden del Imperio Británico" (1944). Después del final de la Segunda Guerra Mundial, Joan Pujol temía represalias de supervivientes nazis. Con la ayuda del MI5, Pujol viajó a Angola y fingió su muerte de malaria en 1949. De hecho nadie supo que seguía vivo, ni siquiera los servicios secretos británicos. Había ganado mucho dinero en la guerra ya que fue muy bien pagado, sobre todo por los alemanes y se trasladó a la población de Lagunillas en Venezuela, donde vivió en el anonimato estableciendo una librería, una tienda de regalos y un cine en Choroní, localidad costera de estado Aragua de la que Joan Pujol estaba enamorado. Pero no tuvo suerte en los negocios y perdió mucho dinero.

Antes de desaparecer se había divorciado de su primera esposa y posteriormente se casó en Maracay, Venezuela, con Carmen Cilia con la que tuvo dos hijos, Carlos Miguel y Juan Carlos, y una hija que murió en 1975 a la edad de veinte años.
Durante décadas se le dio por muerto, incluso su primera mujer y dos hijos que tuvo con ella lo creían así. Tampoco la familia que fundó en Venezuela sabía quién había sido. A veces comentaba en familia medio en broma que había sido un espía pero nadie le creía y se burlaban de él.

En 1984, Pujol se había trasladado con su hijo a la casa de Carlos Miguel en la urbanización La Trinidad de Caracas. Fue más o menos por estas fechas cuando el escritor británico Nigel West, especializado en novelas de espías, se interesó por el fascinante personaje de "Garbo" (Joan Pujol) sorprendiéndole su muerte tan novelesca. West intuyó que Joan Pujol podría seguir vivo y se dedicó a su búsqueda consiguiendo al fin encontrarlo.

Tras su reaparición viajó a Inglaterra donde se reunió con sus viejos compañeros del MI5 y donde recibió toda clase de honores siendo recibido además por el duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II. También viajó por varios países europeos en donde apareció en diversos medios de comunicación. Naturalmente visitó su ciudad natal, Barcelona, allí tuvo un encuentro con los hijos de su primer matrimonio que le consideraban muerto.

Joan Pujol murió en Caracas en 1988 y está enterrado en Choroní, su querida población costera muy próxima al Parque nacional Henri Pittier.

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