Ermensenda de Carcasona [II]
Alrededor del año 1018, Ermesenda contrató a un "ejercito" de normandos que pirateaban por el Mediterráneo, acaudillados por su capitán Roger de Tosny, para pelear contra los sarracenos que infestaban las costas de Barcelona y que formaban la soldadesca de Mudjehid, emir de Denia y de las Baleares. Acudiendo a este llamamiento los normandos, mataron innumerables legiones de musulmanes y se apoderaron de muchas ciudades y castillos. El emir Mudjehid pidió finalmente la paz a Ermesenda y se ofreció a pagar tributo a los barceloneses. Ermesenda, agradecida con el servicio que le prestó Roger, lo casó con una hija suya en recompensa.
Con el paso del tiempo, Berenguer Ramón I intentó resistirse a la intervención de su madre en el gobierno de sus condados, originándose así graves conflictos entre ellos. Gracias a la mediación del obispo de Girona, Pere de Carcasona, hermano de Ermesenda, se estableció un convenio entre madre e hijo, convenio que la misma Ermesenda, en una cita sacramental prestó a su hijo en 1024, empeñando treinta castillos con sus pertenencias en pos de la seguridad por la paz y los pactos que le había jurado, y prometía de nuevo guardarle en recíproco otro empeño y sacramental de la misma clase que su hijo le había también otorgado; pero se ignoran cuáles fueron esos pactos, para que Ermensenda no pudiese interferir en el gobierno de su hijo, asegurandose la absoluta independencia con la que luego gobernó el Comte..
Alrededor del año 1018, Ermesenda contrató a un "ejercito" de normandos que pirateaban por el Mediterráneo, acaudillados por su capitán Roger de Tosny, para pelear contra los sarracenos que infestaban las costas de Barcelona y que formaban la soldadesca de Mudjehid, emir de Denia y de las Baleares. Acudiendo a este llamamiento los normandos, mataron innumerables legiones de musulmanes y se apoderaron de muchas ciudades y castillos. El emir Mudjehid pidió finalmente la paz a Ermesenda y se ofreció a pagar tributo a los barceloneses. Ermesenda, agradecida con el servicio que le prestó Roger, lo casó con una hija suya en recompensa.
Con el paso del tiempo, Berenguer Ramón I intentó resistirse a la intervención de su madre en el gobierno de sus condados, originándose así graves conflictos entre ellos. Gracias a la mediación del obispo de Girona, Pere de Carcasona, hermano de Ermesenda, se estableció un convenio entre madre e hijo, convenio que la misma Ermesenda, en una cita sacramental prestó a su hijo en 1024, empeñando treinta castillos con sus pertenencias en pos de la seguridad por la paz y los pactos que le había jurado, y prometía de nuevo guardarle en recíproco otro empeño y sacramental de la misma clase que su hijo le había también otorgado; pero se ignoran cuáles fueron esos pactos, para que Ermensenda no pudiese interferir en el gobierno de su hijo, asegurandose la absoluta independencia con la que luego gobernó el Comte..
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