martes, 31 de mayo de 2016

Historia de Catalunya (Los Condados [III])

El Condado de Barcelona [III]

Sin embargo, otro matrimonio, el de Ramón Berenguer IV de Barcelona y Petronila de Aragón, heredera del trono de Aragón, constituye una unión dinástica entre la dinastía condal de Barcelona y la Casa Real de Aragón y es prueba fehaciente de la potencia política y socioeconómica que el condado ya representaba. Ramón Berenguer IV, veintitrés años mayor que Petronila, concertó el matrimonio cuando ella apenas tenía un año de edad, y así recibió todo un reino como dote a partir de la celebración de la boda en 1150. Ramón Berenguer IV fue hasta su muerte conde de Barcelona y príncipe de Aragón. El hijo de ambos, Alfonso II, fue el primer rey de Aragón que a su vez fue conde de Barcelona, títulos que heredarán a partir de entonces todos los reyes de la Corona de Aragón. Cada uno de los territorios que formarán la unión mantendrán sus usos, costumbres y moneda propia y con el tiempo crearán instituciones de gobierno privativas.

La desvinculación de iure ("de deecho") del condado respecto a la monarquía francesa fue obtenida en el "Tratado de Corbeil" (1258) por el rey Jaume I, que por entonces era rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca, así como conde de Barcelona. Según este tratado, Jaume I renunciaba a sus derechos sobre los territorios situados más al norte del Rosello, Conflent y Cerdanya a excepción del señoría de Montpellier que había heredado de su madre, mientras que el rey de Francia, Luis IX, renunciaba a estos condados y a los de más al sur, entre ellos el de Barcelona.

La pervivencia de la especificidad del condado barcelonés dentro de la Corona se manifiesta, entre otras cosas, en gestos ceremoniales. Así, como se cita en la "Crónica de Ramón Muntaner", el rey Pedro "el Grande", con motivo de su entrada en Barcelona en 1283, recibió "la garlanda d’on fo coronat comte de Barcelona e senyor de tota Catalunya", y años después el Consell de Cent exigió al rey Martín "el Humano" que, en la visita que debía realizar a la ciudad en 1400 junto con la reina María, "no debía portar corona", sino la garlanda o diadema que habían llevado los condes de Barcelona "abans que el comptat de Barcelona fos unit al regne d’Aragó".

Como resultado del "Compromiso de Caspe", la titularidad del condado pasó a la dinastía Trastámara, originaria de Castilla, mediante la coronación de Fernando I de Aragón. Posteriormente, la unión dinástica entre las coronas de Castilla y Aragón comportaría la inclusión del condado en los territorios regidos por los Austrias.
A pesar de la vinculación del condado a la monarquía hispánica, el Derecho propio del condado de Barcelona se mantuvo vigente hasta que fue abolido en 1714 con los "Decretos de Nueva Planta", tras la "Guerra de Sucesión Española". Desde entonces el condado deja de ser una entidad política y jurídica diferenciada y el espacio político de la actual Catalunya sólo volvería a definirse como tal mediante la constitución de la "Mancomunitat de Catalunya" (1914-1925) y los "Estatuts d'Autonomía" de 1932, 1979 y 2006.

Por otra parte, el título soberano de conde de Barcelona es ostentado actualmente por el titular de la corona española, Felipe VI. Lo utilizó explícitamente durante toda su vida su abuelo Juan de Borbón, revirtiendo a la muerte de éste a la Corona, pues es un título real.

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