Misterios en la Peninsula Iberica (Los Fantasmas del Hotel Corona de Aragon (Zaragoza) [I]))

El 12 de julio de 1979 un trágico suceso conmocionaba a la ciudad de Zaragoza y a todo España, un sobrecogedor incendio devoraba el hotel Corona de Aragón originando una de las tragedias mas desoladoras de nuestra historia reciente. Fue un incendio terrible y lleno de incógnitas que se cobró la vida de 78 personas, además de innumerables heridos y quemados. A día de hoy aun se duda sobre si un atentado fue la causa de la tragedia, ya que además de numerosos altos mandos militares también se alojaban en el hotel: Carmen Polo (viuda de Franco) y su familia, que que iban a acudir a la jura de nuevos tenientes en la Academia General Militar. Es difícil poder llegar a imaginarse el autentico pánico de los ocupantes del hotel, que se veían acorralados por las llamas ante la imposibilidad de poder escapar. Muchos de ellos murieron abrasados o asfixiados, otros en un desesperado intento de escapar de ese infierno se lanzaba por los balcones presa del pánico causando verdadero horror a los allí presentes, como la caída de un niño desde el 7º piso que se estrelló contra el suelo ante los desgarradores gritos de su madre. Tambien había dos jugadores del Real Zaragoza por aquellos días: Jose Ramon Badiola y Jorge Alberto Valdano.

Sobre las ocho de la mañana de ese día, un inexplicable incendio, como se quiso hacer creer en un principio, o un atentado terrorista, como más tarde se descubrió... arrasaba con la totalidad del hotel en unas pocas horas. El caos se adueño de las seis plantas del edifico, entre ellas la de Jose Ramón Badiola, que presa del pánico se lanzó al vacío desde la ventana de su habitación, logrando sobrevivir, pero quedo marcadi en su memoria

Al tiempo el hotel fue restaurado y remodelado, volviendo a abrir sus puertas al público, pero según cuentan numerosos testigos la tragedia allí vivida quedó grabada para siempre entre sus paredes, repitiéndose cada noche como una vieja cinta, desconcertando y atormentando a propios y extraños que a diario trabajan o descansan en él.