
El castillo de Siurana de Tarragona era el centro de la vida del extensísimo territorio situado bajo su control: buena parte de la actual comarca del Priorato, así como también del Baix Camp, Alt Camp, La Conca de Barberà y Les Garriges. El territorio estaba organizado en alquerías, como La Morera de Montsant u otros dominios privados de mayor o menor entidad, y poblaciones como Cabaces, Albarca,Margalef, Falset.
"Valiato de Xibrana" (Valiato de Siurana). El valiato era el territorio gobernado por un valí o wali. Los árabes denominaban a esta territorio nazar. En Catalunya el último valiato existente fue este de Siurana, que dominaba todas las montañas de Prades, y que constituían una defensa avanzada de los reinos de Taifas de Tortosa, Valencia y Lleida, que consiguió dificultar y frenar el avance de los cristianos.

El 17 de febrero de 1146 Berenguer Arnau recibió el castillo y la villa de Siurana de Tarragona. Esta donación permite suponer un primer intento de conquista de las montañas, que seguramente fracasó, si es que se llegó a intentar. Siurana de Tarragona se situaba en un lugar prácticamente inexpugnable en aquella época, y probablemente el conde prefirió conquistar lugares con más importancia política y económica. Tarragona fue conquistada en 1118, pero hasta hasta 1146 no se da un verdadero proceso de ocupación del territorio. Tortosa, por su parte, fue conquistada en 1148 y Lleida 1149. En 1151 los cristianos habían rodeado todo el valiato de Siurana, quedando la población recluida y rodeada por los cuatro costados. Su caída era solo cuestión de tiempo.
La ocupación de los territorios de Siurana de Tarragona comenzó el año 1153 y el asedio fue dirigido por Bertran (Beltrán) de Castellet. La fecha exacta de la conquista del castillo no es segura: algunos la fijan el 29 de abril, día en el que el Conde de Barcelona atorga una carta de población a Bertran de Castellet; otros la sitúan el 23 de noviembre del mismo año; y otros el 12 de julio de 1154. En cualquier caso, es seguro que en el mes de deptiembre de 1154 Siurana ya llevaba un tiempo en manos de Bertran.
El carácter casi épico de la conquista del último reducto musulmán dio lugar a leyendas como la de la Reina Mora.
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