Religiones y Cultos (Cap. Sumeria, el "tronco de las religiones conocidas" [XIII])
Ninurta. Señor de la Tierra o Señor del Arado, era el dios de Nippur, también identificado como Ningirsu, Ninib o Ninip. Conformaba una tríada de dioses junto con su padre Enlil y a su madre Ninlil.
Habitualmente se representaba sosteniendo un arco, una lanza y una maza
mágica llamada Sharur, la cual podía hablar y transformarse en un león
alado.
Ninurta tiene una doble cara en los himnos y alabanzas dirigidos a él.
Por un lado es un granjero y dios benéfico que cura enfermedades y
ahuyenta demonios y por el otro, como hijo de Enlil, es el enfadado y
celoso dios del aire.
Nunbarsegunu era una diosa madre y diosa del antiguo Medio
Oriente, mencionada en algunos textos como "la vieja mujer de Nippur".
En algunos textos aparece como Nidaba, Nisaba o Nanibgal, y la vez como madre de Ninlil y consorte de Haia.
Es mencionada en el mito de Enlil y Ninlil, cuando aconseja a su joven
hija, para que esta no vaya sola a pasear al río, ya que el dios Enlil
que todo lo veía, seguramente iba a verla y a querer hacerle el amor.
Nusku fue un dios mitológico de la luz y el fuego en la antigua
Mesopotamia, y en Babilonia fue conocido como Girru. Figura como hijo de
Anu, suele ser mencionado como visir o ministro de Enlil. Su símbolo es una lámpara.
En Asiria su centro de culto fue Harrán, allí predominaba el culto a Sin,
dios de la luna, por eso era visto como su hijo. También era
considerado el patrón de las artes y dios de la civilización porque se
le asociaba al descubrimiento del fuego hecho por la humanidad, y su
progreso a partir de éste.
En el poema acadio Atrahasis, aparece aconsejando a Enlil ante la
rebelión de los dioses inferiores que ya no querían trabajar más.
También es mencionado en el mito de Enlil y Ninlil cuando este lleva a
Enlil en un barco para que tenga relaciones con la joven y hermosa
Ninlil.
Pasittu, es nombrado en un poema épico acadio, titulado
Atrahasis, y mencionado como un demonio que arrebata bebés, cuando Enki y
Nintu, deciden controlar el crecimiento de la población humana, de una
manera menos drástica y terminante que las antes propuestas por Enlil.
Enki y la diosa de matriz Nintu deciden que de allí en adelante un
tercio de las mujeres no dará a luz satisfactoriamente: un demonio
Pasittu "arrebatará al bebé del regazo de su madre".
Shamash (Utu para los sumerios) era el dios del sol y la justicia
en la mitología mesopotámica. Su santuario principal estaba en la
ciudad de Sippar.
Los acadios y babilonios consideraban a Shamash hijo de Anu, o en otras ocasiones de Enlil. Durante el período sumerio su santuario principal estaba situado en la ciudad de Larsa. En esta etapa era considerado hijo de Nannar y Ningal, y hermano de Inanna e Iskur. En el período acadio era, junto con Sin e Ishtar, miembro de la "Tríada de dioses con relaciones celestes". A veces aparece con su esposa Sherida (Aya
para acadios y babilonios). Se le representaba con un disco solar de
ocho puntas o mediante una figura masculina de cuyos hombros emanaban
llamas; en época posterior, su símbolo también fue la balanza. Se le
identificaba con el número 20
Sin (Nanna, Nannar, Suen o Zuen) es el dios masculino de la Luna.
Para los sumerios era conocido como Nanna o Nannar, hijo de Enlil, dios
del viento y el cielo y Ninlil, diosa del aire. Sin era su nombre en
acadio y babilonio. Comúnmente se le designa como En-zu, que significa
"Señor de la sabiduría".
Pasa por ser un antiquísimo dios protector de los pastores. Durante el
período (de c. 2600-2400 a. C.) en que Ur ejercía la supremacía sobre el
valle del Éufrates, Sin era considerado, naturalmente, como el dios
supremo del panteón. Es en este período cuando se le designa como "padre
de los dioses", "jefe de los dioses" o "creador de todas las cosas". La
"sabiduría" personificada por el dios lunar es también una expresión de
la existente ciencia de la astronomía o la práctica de la astrología,
en la que la observación de las fases de la luna era un factor
importante.
Tasmetu (Tashmit o Tashmetum) era una diosa de las súplicas en la
mitología acadia, babilónica y asiria, esposa del dios de la escritura,
la sabiduría y la vegetación Nabu.
Como "señora que escucha" y "señora que concede peticiones", Tasmetu
escuchaba a los orantes y concedía sus peticiones. También era
considerada diosa del amor. En astronomía se la asocia con la
constelación de Capricornio.
Junto a Nabu, eran adorados en un templo de la ciudad de Borsippa, donde eran consideradas sus deidades tutelares.
Tiamat es una Diosa/Monstruo/Planeta primitivo perteneciente a la
mitología babilónica y destacable en el poema épico Enûma Elish. Ti
significa vida y ama, madre.
Tiamat sería el principio femenino, el mar, representación de las
potencialidades del caos prístino. Monstruo hembra, maléfico en las
leyendas babilónicas, el agua salada que en unión con Apsu (Sol) dieron
nacimiento a otros dioses, empezando con Lahmu (Marte) y Lahamu (Venus),
pero al poco tiempo de crearlos, estos los molestaron con su ruido, el
dios de la magia, Ea, logró someter a Apsu, dejándolo en un largo sopor
(por eso es que el agua dulce está quieta) pero no pudo hacer nada
contra Tiamat quien muy enfurecida con la muerte de su esposo creó una
legión de demonios liderados por Kingu, que era su amante y uno de sus
hijos.
Los dioses decidieron darle todos sus poderes a Marduk (Nibiru), este
venció a Kingu (Luna), quien se quedó paralizado de miedo al verlo
llegar, y luego a Tiamat, a la que hizo dejar la boca abierta con un
vendaval y lanzó una flecha dentro del estómago. Después de esto, de la
sangre de Kingu (Luna) nacieron los humanos y a partir del cuerpo de
Tiamat, que Marduk (Nibiru) encadenó en los pozos del abismo y partió
por la mitad, se creó, de su mitad superior el cielo y de su mitad
inferior la tierra firme. Sus lágrimas se convirtieron en las nacientes
del Tigris y el Éufrates.
Esta leyenda es paralela con las de Vitra (junto a Rudra, diosa de la
tempestad) en la mitología hindú, Cipactli de la religión Azteca y Tifón
en la mitología griega
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